Este blog está destinado para la asignatura de Expresión Plástica del Grado de Educación Infantil de la Universidad de Sevilla. Con él queremos transmitiros los conocimientos que hemos adquirido sobre la escultura contemporánea. Esperemos que os guste :)

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Juan Muñoz


Juan Muñoz fue escultor, escritor, ilustrador y creador de artes auditivas,  nació en Madrid, en 1953 en el seno de una familia numerosa y bien asentada, fue el segundo de siete hermanos. Sus primeras experiencias en el colegio no fueron exitosas, ya que fue expulsado de la escuela por prestar poca atención en clase, pero su educación continuó en casa gracias a la enseñanza privada de un poeta y crítico de arte contratado por su padre. Y fue a través del contacto con este profesor lo que hizo que  Muñoz descubriera el modernismo, aspecto clave en sus futuras obras escultóricas. En la década de los setenta, durante el régimen franquista, el joven Muñoz decide viajar a Londres donde estudia en el Croydon College y después en la Central School of Art and Design. Tras conocer a su futura esposa, la escultora española Cristina Iglesias, a la edad de 29 años gana la beca Fulbright con la que pudo viajar a Nueva York para estudiar en el prestigioso Pratt Institute, el centro de estudios privado de arquitectura, diseño interior y diseño industrial fundado en 1887. 

En el año 1984, a los 31 años, Muñoz exhibe su trabajo por primera vez en la galería Fernando Vijande de Madrid, empezando así una trayectoria de exposiciones internacionales por los museos Guggenheimen en Bilbao y Nueva York, el Art Institute de Chicago, el Museo de Arte Contemporáneo en Los Ángeles y laTate Modern de Londres. 

Una década más tarde, en la primera mitad de los noventa, Muñoz empieza a romper con los conceptos tradicionales de la escultura, a través de la introducción de un elemento narrativo en sus instalaciones. Sus figuras humanas son algo inferiores al tamaño real e interactúan entre sí distribuidas en ambientes tanto cerrados como abiertos, creando una secuencia viva, dinámica, en la que el espectador puede participar y sentirse involucrado. Al mismo tiempo, el escultor juega con la ausencia de individualidad en sus figuras, ya que su monocromatismo (obra sobre tela, pared o tabla, compuesta por un único color o en blanco y negro) les hace perder sus rasgos de personalidad hasta crear una sensación incómoda e inquietante en el espectador.


Para sus esculturas, Juan Muñoz utilizó principalmente papel maché, resina y finalmente bronce. Muñoz seguirá su exploración psicológica de la persona, el espacio y la relación espectador-obra en centenares de obras artísticas posteriores, principalmente escultóricas pero también pasando por otras disciplinas: ensayos-ficción literarios, obras sonoras, piezas radiofónicas e ilustraciones a mano. En 2001 realiza su serie emblemática Conversation Piece, en la que aborda los temas del silencio, la teatralidad, la interacción y la (in)comunicación a través de figuras humanas realizadas en bronce con bases redondas, lo que indica la incapacidad de moverse o trasladarse, y rostros vacíos, inexpresivos, contrastados con sus gestos vivos y cinéticos. La instalación crea un espacio teatral cargado de drama, narrativa y psicología. Tres de esas figuras están acurrucados juntos teniendo una conversación, mientras que dos están en los extremos opuestos del espacio, y se dirigen hacia los otros tres. Las tres figuras parecen tener una cara violenta en su discusión, mientras que los dos que se apresuran hacia ellos muestran preocupación. Se colocan en una zona de césped del jardín situado fuera del Museo Hirshhorn y Jardín de Esculturas en Washington, DC, Estados Unidos.



Después de varios años de exposiciones internacionales, en 2000 Muñoz recibe el célebre Premio Nacional de Artes Plásticas. El escultor fue el primer artista español en exponer en la Sala de las Turbinas de la Tate Modern, con su obra Double Bind de 2001, su última creación y la que es considerada su obra cumbre. Quizá el ejemplo más claro de la influencia del modernismo en la concepción artística del escultor. Double Bind funciona como una suerte de meta-escultura, transformando radicalmente el amplio espacio de la Sala de las Turbinas. La obra nos presenta varias escenas en diferentes puntos del entorno, jugando con visibilidad e invisibilidad, certeza y misterio, realidad y ficción (temas siempre presentes en la obra de Muñoz). En la parte superior de la instalación, pasan dos ascensores paralelos en movimiento continuo; algunos de los agujeros negros en el suelo son en realidad ilusiones ópticas. En la parte inferior desciende la oscuridad, rota puntualmente por rayos de luz provenientes de los pozos de los ascensores. En estos pozos vislumbramos la presencia de unas figuras humanas cuyas expresiones no conseguimos detectar, haciendo imposible nuestra participación en su drama privado. El cuidadoso posicionamiento de las figuras en un espacio sofisticado y visualmente complejo nos invita a reflexionar sobre la psicología de los personajes y a interactuar — activa o pasivamente — con la escena. Desde el último piso, el visitante puede ver, a lo largo de una superficie de formas geométricas, agujeros o ejes que pueden ser reales o ilusorios. En el nivel intermedio aparecen figuras, solos o en grupos, que pertenecen a una dimensión del espacio-tiempo indefinido.



Juan Muñoz falleció súbitamente de un paro cardíaco provocado por un aneurisma de aorta y una hemorragia interna a los 48 años de edad veraneando en Santa Eulalia del Río, Ibiza, el 28 de agosto de 2001. Al momento de su muerte se encontraba en exposición su obra Double Bind en el museo Tate Modern de Londres.

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