Este blog está destinado para la asignatura de Expresión Plástica del Grado de Educación Infantil de la Universidad de Sevilla. Con él queremos transmitiros los conocimientos que hemos adquirido sobre la escultura contemporánea. Esperemos que os guste :)

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Julio González


Nació en Barcelona (1876-1942). Allí se formó en la Escuela de Bellas Artes y trabajó en el taller de orfebrería de su familia junto a su hermano Joan. Asistió al Círculo Artístico de San Lluc y frecuentó el café Els Cuatre Gats. Sus primeras incursiones artísticas se encuadran en la estética modernista, se tratan de pequeñas piezas de orfebrería trabajadas en el taller familiar.

En 1900, tras el cierre del taller de su familia, se trasladó a París junto a su hermano Joan y entró en contacto con Picasso, Juan Gris y Pablo Gargallo. La temprana muerte de Joan, en 1908, a quien estaba muy unido, lo llevó a una gran depresión y a un estado de introversión que limitaron su producción a la pintura y su círculo de amistades a Picasso y Brancusi.

Durante los años de la Primera Guerra Mundial (1916-1917), trabajó en la factoría de la "Soldadura Autógena Francesa". En 1927, cuando decidió dedicarse completamente a la escultura, aprovechó sus conocimientos de orfebrería y la técnica de la soldadura autógena para entregarse plenamente al hierro. Fue entre 1928 y 1932 cuando empezó a trabajar el hierro como material artístico. En esos años colaboró con Picasso en el monumento a Apollinaire y en la escultura Femme au jardín.

Sus primeras creaciones, máscaras y naturalezas muertas en lámina de hierro, dejan ver cierto componente cubista, pero desde 1928 irá caminando hacia la abstracción, aunque siempre se inspiró en el estudio de la naturaleza, conservando algunas referencias. Algunos de sus ejemplos de ese paso hacia la abstracción son sus obras: Mujer peinándose, Mujer con cesto, Figura de pie y Maternidad.

La década de los años treinta es el momento de esplendor de González. Se limita al empleo de planos esenciales, de líneas de fuerza y de los elementos más significativos, intentando unir la materia y el espacio, es decir, intentando proyectar en el espacio.

En esta década lleva a cabo su obra culmen, que es Mujer ante el espejo, considerada como la obra capital de la escultura moderna. Sus grandes dimensiones y su gran complejidad conceptual y formal la convierten en su obra más ambiciosa. La imagen de una mujer reflejándose en el espejo se vislumbra entre formas reordenadas de forma muy personal. Para esta escultura utilizó la técnica de la soldadura autógena. Todo realizado a partir de piezas diferentes que va uniendo para construir planos y volúmenes, y siempre incorporando el vacío con el propósito de unir espacio y materia.
El escultor nos presenta un personaje anónimo, más como un símbolo que como un verdadero retrato en el que se busca, fundamentalmente, la expresión de una idea: el sufrimiento, el dolor de toda una guerra. El material utilizado es el bronce, en ciertas zonas pulido.  

Sus obras se encuentran en diferentes museos, como Museu Nacional d'Art de Catalunya de Barcelona, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Centro Georges Pompiduo de París o el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno de Valencia), que ha dedicado un espacio específico, el Centro Julio González, al escultor catalán a partir de la donación de sus obras efectuada por sus herederas Carmen Martínez y Viviane Grimminger.

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