Antoni Tàpies nace en Barcelona
en 1923, en una familia burguesa, culta y catalanista, involucrada desde
mediados del siglo XIX en una tradición editorial y librera que despierta muy
pronto en el artista un amor por los libros y la lectura.
Esta predisposición se ve
acentuada por la larga convalecencia de una enfermedad pulmonar, durante la
cual inicia sus tanteos artísticos. Progresivamente Tàpies se dedica con mayor
intensidad al dibujo y la pintura, y acaba dejando sus estudios de Derecho. En
la década de los cuarenta ya expone sus obras, que destacan en la panorámica
artística del momento.
Partícipe de una sensibilidad
generalizada que afecta a los artistas de ambos lados del Atlántico, a raíz de
la II Guerra Mundial y del lanzamiento de la bomba atómica, Antoni Tàpies
expresa muy pronto un interés por la materia, la tierra, el polvo, los átomos y
las partículas, que se plasma formalmente en el uso de materiales ajenos a la
expresión plástica academicista y en la experimentación de nuevas técnicas. Tàpies
cree que la noción de materia debe entenderse también desde la perspectiva del
misticismo medieval como magia, mimesis y alquimia. En este sentido, hay que
entender el deseo del artista de que sus obras adquieran el poder de
transformar nuestro interior.
Durante los años cincuenta y
sesenta, Antoni Tàpies irá elaborando una serie de imágenes, generalmente
extraídas de su entorno inmediato, que aparecerán en las distintas etapas de su
evolución. Muchas veces, una misma imagen, además de aparecer representada de
diversas formas, tendrá múltiples significaciones diferenciadas que se irán
superponiendo. Su mensaje se centra en la revaloración de lo que se considera
bajo, repulsivo, material, etc.
A finales de los años sesenta y
principios de los setenta, su compromiso político contra la dictadura se
intensifica, y las obras de este período tienen un marcado carácter de denuncia
y protesta. Coincidiendo con la eclosión del arte povera en Europa y el
posminimalismo en EEUU, Tàpies acentúa su trabajo con objetos, no mostrándolos
tal como son, sino imprimiéndoles su sello e incorporándolos a su lenguaje.
A
principios de los ochenta, una vez restaurado el Estado de derecho en España,
el interés de Tàpies por la tela como soporte adquiere una fuerza renovada.
Durante esos años, realiza obras con goma-espuma o con la técnica del aerosol,
utiliza barnices y crea objetos y esculturas de tierra chamoteada o de bronce,
y se mantiene muy activo en el campo de la obra gráfica. Por otra parte, a
finales de los ochenta, parece reforzarse el interés de Tàpies por la cultura
oriental, una preocupación que ya se había ido gestando en los años de la
posguerra y que se convierte cada vez más en una influencia filosófica
fundamental en su obra, por su énfasis en lo material, por la identidad entre
hombre y naturaleza y por la negación del dualismo de nuestra sociedad.
Las obras de los últimos años
constituyen esencialmente una reflexión sobre el dolor -físico y espiritual-,
entendido como parte integrante de la vida. Influido por el pensamiento
budista, Tàpies considera que un mayor conocimiento del dolor permite
dulcificar sus efectos, y de este modo, mejorar la calidad de vida. El paso del
tiempo, que ha sido una constante en la obra de Tàpies, adquiere ahora nuevos
matices, al vivirse como una experiencia personal que comporta un mejor
autoconocimiento y una comprensión más clara del mundo que le rodea.
Durante
estos últimos años, Antoni Tàpies ha consolidado un lenguaje artístico que, por
una parte, traduce plásticamente su concepción del arte, y por otra, unas
preocupaciones filosóficas renovadas con el paso del tiempo. Su práctica
artística sigue siendo permeable a la brutalidad del presente, a la vez que
ofrece una forma que, pese a su ductilidad, permanece fiel a sus orígenes. En
este sentido, las obras de los últimos años no sólo se inscriben en la contemporaneidad,
sino que también son un registro del pasado del artista.
OBRAS EN ESPACIO PÚBLICO
Para Antoni Tàpies el arte es una
vía de conocimiento y un medio de transformación de la conciencia. Esta función
social del arte está presente de manera coherente en el conjunto de su obra.
La implicación de Antoni Tàpies
en la esfera pública se manifiesta de manera aún más significativa en la
relación de obras que se describen a continuación.
Todas estas obras tienen en común
el hecho de estar instaladas en espacios públicos, aunque no todas fueron
concebidas específicamente para estos espacios. Con todo, la obra interactúa en
el contexto con la comunidad, y adquiere una implicación colectiva que hace que
se haya considerado como espacio público, ya sea el espacio urbano común, ya
sean aquellas instituciones donde tienen lugar la vida pública y los
acontecimientos sociales.
Se trata de obras de acceso
libre. En algunos casos, sin embargo, es necesario consultar los horarios de
visita de las diversas instituciones que las acogen.
OBRAS EN BARCELONA Y ÁREA METROPOLITANA:
- 7 de noviembre, 1971. Procedimiento mixto sobre tela. Colección Parlamento de Cataluña, Barcelona. Emplazada en la rotonda que une los salones de Pasos Perdidos, Parlamento de Cataluña, Barcelona.
- Monumento Homenaje a Picasso, 1983. Objeto-ensamblaje dentro de un cubo de vidrio. Colección Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona. Emplazada en el Passeig Picasso, Barcelona. Ensamblaje de muebles de estilo modernista -un mueble que es sofá, espejo y armario a la vez, que evoca la época que Picasso vivió en Barcelona- atravesados por unas vigas de hierro pintadas de blanco -que sugieren la Barcelona industrial de entonces. El conformismo de una sociedad acomodada y la rebelión de otra que cambia, se confrontaban por aludir de forma simbólica al inconformismo de Picasso. Unas sillas apiladas, ligadas con cuerdas, unas mantas blancas desplegadas que contienen algunas frases de Picasso en la parte de abajo -especialmente la que dice “un cuadro no es para decorar un salón, sino que es una arma de ataque y de defensa contra el enemigo”, una declaración de principios que Tàpies hace suya con este monumento y también con su obra- completan el conjunto. Un cubo de vidrio de 4 m de lado cubre la escultura para protegerla del deterioro al que la podría someter la climatología, y parece que flote en un estanque cuadrado de 11 m de lado que le hace de base. Por las caras verticales del cubo corre el agua que sale de la cubierta.
- 11 de septiembre, 1983. Mosaico de gres y mármol. Obra realizada con la colaboración de J. Gardy Artigas. Colección Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, Barcelona. Emplazada en la plaza Catalunya, Sant Boi de Llobregat, Barcelona.
- Núvol i cadira, 1990. Aluminio anodizado y acero inoxidable. Obra realizada con la colaboración de Pere Casanovas. Colección Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona. Emplazada sobre la fachada de la Fundació Antoni Tàpies, Barcelona.
- Les quatre cròniques, 1990. Procedimiento mixto sobre madera. Colección Generalitat de Catalunya, Barcelona. Obra emplazada en la Sala Tarradellas (sala de Gobierno), Palacio de la Generalitat de Catalunya, Barcelona.
- Rinzen, 1992-1993. Instalación. Primera versión: presentada en el Pabellón de España de la XLV Bienal de Venecia (galardonada con el León de Oro de este certamen); y segunda versión: en 1998 la obra se instala definitivamente en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). Colección MACBA. Fundación Museo de Arte Contemporáneo, Barcelona. Donación REPSOL YPF. Emplazada en el Museo de Arte Contemporáneo (MACBA), Barcelona.
- Sala de reflexió, 1996. Instalación. Obra realizada en colaboración con los arquitectos Jordi Garcés y Enric Sòria. Colección Universidad Pompeu Fabra, Barcelona. Emplazada en la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona.
- Complement, 1999. Procedimiento mixto y ensamblaje sobre madera. Colección Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona. Emplazada en el Edificio del Fórum, Barcelona.
OBRAS EN OTROS LUGARES DE CATALUÑA
- Composició, 1996. Bronce pintado. Obra fundida en bronce en los talleres Barberí, Riudellots de la Selva. Colección Caixa de Girona, Girona. Emplazada en la calle de la Creu, 31, Girona.
- Gran campana, 1996. Bronce pintado. Obra fundida en bronce en los talleres Barberí, Riudellots de la Selva. Colección Ayuntamiento de Sabadell, Sabadell, Barcelona. Emplazada en la plaza Racó del Campanar, Sabadell.
OBRAS EN EL EXTRANJERO
- Mural sud, 1962. Procedimiento mixto sobre madera. Biblioteca de la Handels-Hochschule, St. Gallen.
- Mural oest, 1962. Procedimiento mixto sobre madera. Biblioteca de la Handels-Hochschule, St. Gallen.
- Ventalles I, Ventalles II i Ventalles III, 1968. Tinta china sobre sábanas dobladas y cosidas. Obra realizada en colaboración con el arquitecto Mirco Ravanne. Convento de los Capuchinos de Sion, Suiza. Emplazada en el Convento de los Capuchinos de Sion, Suiza.
- Gran esquinçall, 1970. Pintura acrílica y ensamblaje sobre madera. Colección Teatro de St. Gallen, Suiza. Emplazada en el vestíbulo del Teatro de St. Gallen, Suiza.
- Díptic mural I i Díptic mural II, 1990. Esmalte sobre lava. Colección Musée d’art moderne de Céret, Ceret. Emplazada en la entrada del Musée d’art moderne de Céret, Ceret.
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