Manuel Valdés Blasco conocido como Manolo Valdés (Valencia,
8 de marzo de 1942) es un pintor español residente en Nueva York (EE. UU.). Fue
el introductor en España de una forma de expresión artística que combina el
compromiso político y social con el humor y la ironía.
Manolo Valdés nació en Valencia el 8 de marzo de 1942. Hijo
de María Gracia Blasco Marqués, natural de la localidad castellonense de
Altura, su infancia y adolescencia estuvo muy vinculada a dicha población. En 1957
se matriculó en la valenciana Escuela de Bellas Artes de San Carlos en la que
estuvo dos años, abandonado los estudios para dedicarse a pintar.
En 1964 fundó el grupo artístico Equipo Crónica junto con
Juan Antonio Toledo y Rafael Solbes en el cual se mantuvo hasta la muerte de
Solbes en 1981, aun cuando a los dos años de la fundación del grupo, Toledo lo
había abandonado.
A la muerte de Rafael Solbes sigue trabajando en solitario
en Valencia durante unos años, hasta que en 1989 viaja a Nueva York donde monta
su estudio y sigue experimentando con las nuevas formas de expresión. Pertenece
a la Galería Marlborough y a la Galería Freites. Monta también estudio en
Madrid para la realización de grandes esculturas, alternando la creación en
ambas ciudades.
Valdés, que inició su carrera en solitario en 1981 recreando
y recontextualizando algunos de los iconos más representativos de la historia
del arte, asume de esta manera el trabajo realizado por el Equipo Crónica, del
que fue miembro durante casi dos décadas. El artista valenciano crea un
lenguaje propio retomando el uso de las series como medio para establecer
variaciones sobre un mismo tema, pero con nuevas pautas gracias a su uso de la
materia en la búsqueda de las texturas.
Los inicios de Valdés se dan en el Equipo Crónica, una de
las manifestaciones pop más importantes de España en la época franquista basada
en la reutilización de muchos elementos de la Historia del Arte. La obra que se
presenta en el Museo Guggenheim Bilbao ha sido realizada en Nueva York. Desde
1990 Valdés trabaja en un estudio en la calle 16 y vive en un apartamento en la
5ª Avenida. Éste es su comentario sobre la ciudad de Nueva York: "Aquí he
encontrado mi espacio y sobrevivo. El día en que me marche llegará otro igual
que yo y ocupará mi lugar. Esta ciudad no sufre la perdida de nadie".
En 1982 Valdés empieza sus revisiones artísticas con un
acento más profundo en el soporte, en la utilización del collage y del papel
con un sentido constructivo a la vez que inmaterial. En una época dominada por
la abstracción informal o expresionista y por el criticismo formalista, Valdés
se lanza a una figuración enormemente personal. Este realismo figurativo
promete una legibilidad que el expresionismo abstracto no deseaba para la
pintura, aunque en el fondo lo que ofrece es una figuración esterilizada y
sobre todo desgarrada en su propia trama, en su lienzo.
Valdés ha realizado exposiciones individuales en todas las
partes del mundo. Pocas han sido, sin embargo, las miradas retrospectivas sobre
su personal obra. Sí ha habido, en cambio, innumerables presentaciones del
Equipo Crónica, desde la obra gráfica en el Museo de Bellas Artes de Bilbao
hasta el Museo Nacional Reina Sofía, o la exposición Del Equipo Crónica a
Manolo Valdés que en septiembre de 1998 se inauguró en la vii Feria
Internacional de Arte Contemporáneo de Guadalajara, México.
Por otra parte, en sus veinte años de camino en solitario
Manolo Valdés ha cosechado multitud de premios: en 1984 recibe el Premio Alfons
Roig de Valencia y el Premio Nacional de Bellas Artes. En 1985 se le concede la
Medalla Nacional de Pintura en España. En 1986 obtiene la medalla de la Bienal
en el Festival Internacional de Artes Plásticas de Bagdad (Irak). En 1993
recibe la Condecoración de la Orden de Andrés Bello en la Clase de Banda de
Honor de la República de Venezuela, que el año anterior ha recibido el escultor
Eduardo Chillida. En 1999 es elegido representante español, junto a Esther
Ferrer, en la 48ª edición de la Bienal de Venecia.
Esta exposición subraya el sentido de su escultura, apenas
conocida porque las exposiciones anteriormente citadas se han concentrado
exclusivamente en su pintura, siendo la escultura primordial en el artista
desde su comienzo en solitario. Se desea presentar por primera vez la obra
pictórica y escultórica de Manolo Valdés como un todo que dialoga entre sí y
que se fecunda en la realización y en sus problemas cotidianos, tanto
iconográficos como matéricos. No es que se subraye el interés de su escultura
en esta ocasión, sino que se quiere matizar que pintura y escultura han ido
paralelas en la praxis del artista desde su comienzo.
Su escultura pública comienza en 1999 con un proyecto para
Bilbao, que después se dilata en el tiempo. A la vez se le encarga un gran
proyecto sobre la Dama de Elche para una de las glorietas de la ciudad de
Valencia, cuyo primer boceto a gran escala se colocó a principios de 2002 en
Park Avenue, Nueva York. En 2000 una escultura titulada Menina, de siete metros
de altura y once toneladas de peso se instala en la rotonda del bulevar
Salvador Allende en el paseo de la Chopera de Alcobendas, Madrid.
La propuesta estética de Valdés no sólo es una de las más
válidas del terreno nacional, es también, con clara ventaja, una de las voces
más propias y reflexivas sobre la Historia del Arte en el ámbito de la estética
internacional.
Para esta exposición se ha llevado a cabo una selección de
óleos, técnicas mixtas y esculturas de Manolo Valdés realizados durante los
últimos veinte años y que permite al espectador introducirse en la estética y
en la filosofía del arte de este gran artista.
La idea de utilización de los espacios para esta exposición
no se rige por un criterio cronológico, consiste, más bien, en un recorrido por
la obra del artista a través de temas y de sensibilidades hacia la propia
historia del arte. Situado en la tercera planta del edificio de Frank Gehry, en
sus salas mas contemporáneas, el itinerario de la visita según se sale del
ascensor puede iniciarse indistintamente por la izquierda o por la derecha.
Para compensar la frialdad del titanio, el acero y el
cristal se ha jugado con la colocación de la escultura en madera de Manolo
Valdés sus mujeres sentadas, sus bodegones, o mesas así como sus referencias a
Léger o la ya citada a Picasso con Las bañistas. Así mismo, para templar el
pasillo cerrado que une la sala 303 con las salas clásicas, el artista ha
creado ex profeso la mayor biblioteca realizada por él hasta este momento, una
biblioteca de cinco metros de altura. El escritor Antonio Muñoz Molina señala
en "La biblioteca de madera" que "Si otros escribimos libros,
los atesoramos o los amontonamos, Manolo Valdés los talla, los organiza, los
acumula sobre una pared como un bibliotecario falso, un carpintero y un leñador
de la bibliofilia que al tallar imposibles libros de madera lo que está
haciendo es celebrar la forma simple y mágica del libro (...) en los cuadros de
Manolo Valdés se disfruta con igual intensidad la pintura y la historia de la
pintura".
En su tarea Valdés se aproxima al historiador del arte, es
un gran conocedor de la Historia del Arte, un recopilador de datos. No se trata
de una memorización de obras ajenas ni de una simple apropiación patrimonial;
se produce, en cambio, una presentación a modo de balsa, o mejor, una almadía
pirenaica que hay que componer y cuya función primordial es armar "las
historias ya pintadas" en concretos elementos observables, sensitivos. La
memoria de Valdés recoge sensibilidades previas para crear la suya. La oeuvre
de Valdés se construye, repito, como una balsa con trozos de árboles que a su
vez con-forman una obra nueva que se desliza por las propias aguas de la
Historia del Arte. Es una memoria del detalle que nos "presentiza"
grandes imágenes del pasado.
Entre sus obras escultoricas podemos encontrar:
Las meninas
Regina II
Alice,
2008
madera,
68 x 56 x 36 cm
Dama a caballo I,
2008
bronce,
250 x 240 x 90 cm
Dama a caballo,
2008
madera policromada,
249 x 253 x 87 cm
Daphne,
2007
bronce, edición de 8,
85 x 80 x 70 cm
Doble imagen,
2006
bronce y acero, edición de 8,
135 x 180 x 90 cm
Girl I,
2007
bronce, edición de 9,
99,1 x 38,1 x 35,6 cm
Girl II,
2007
bronce, edición de 9,
112,4 x 33 x 53,3 cm
Las mariposas,
2008
Bronce pintado, pieza única,
70 x 61 x 62 cm
Máscara azul,
2008
madera policromada,
190 x 161 x 112 cm
Máscara I,
2007
bronce y hierro, pieza única,
200,7 x 127 x 96,5 cm
Sienna,
2007
bronce, edición de 9,
58,4 x 48,3 x 53, 3 cm
Podemos encontrar más información sobre sus premios,
colecciones, encargos públicos o exposiciones individuales en el siguiente
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