Rafael
Barbero Medina nació en Granada el año 1913. Era hermano del también escultor
granadino y natural de Almuñécar, Benito Barbero Medina, y tío de los
escultores Rafael del Río Barbero, José y Antonio Barbero Gor (autor del Cristo
de la Buena Muerte de Almuñécar). Comenzó el aprendizaje en este arte en el
taller de su hermano Benito Barbero en Granada, pero en 1943 con treinta años
se marcha a Sevilla donde entra en el taller del imaginero sevillano Antonio
Castillo Lastrucci, donde permaneció durante tres años como discípulo suyo,
hasta que 1946 deja el taller y monta su propio taller en la Puerta de la
Carne. Durante su época en el taller de Castillo Lastrucci, también trabajó
ejerciendo de profesor de escultura en las Escuelas Salesianas de la Trinidad de
la capital hispalense. En 1977, trasladó su taller a la localidad de Tomares.
Murió en el barrio de Nervión de la ciudad de Sevilla en 1990.
Realizó
numerosas imágenes durante su carrera como escultor, pero fundamentalmente se
centró en tallas pequeñas que adornan o decoran los pasos de varias
hermandades, realizadas en madera o en marfil, estas últimas realizadas con
magnifica destreza.
Entre
sus obras, cabe destacar las siguientes:
- Cristo de la Buena Muerte que esculpió en 1945 para la Hermandad de los Salesianos de Morón de la Frontera (Sevilla).
- Virgen de la Amargura que talló en 1955 con destino a la Hermandad del Gran Poder de Brenes (Sevilla).
- Jesús Cautivo (1948) para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Nuestra Señora del Mayor Dolor de Paradas (Sevilla).
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