Este blog está destinado para la asignatura de Expresión Plástica del Grado de Educación Infantil de la Universidad de Sevilla. Con él queremos transmitiros los conocimientos que hemos adquirido sobre la escultura contemporánea. Esperemos que os guste :)

miércoles, 16 de diciembre de 2015

César Manrique



César Manrique (1919-1992) nació en Arrecife, Lanzarote, isla en la que su trayectoria artística ha dejado huellas imborrables. (Pionero del Land Art en España )

Tras finalizar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid (ciudad en la que vivió entre 1945 y 1964), expone con frecuencia su pintura tanto dentro como fuera de España. Participa en la XXVIII y XXX Bienal de Venecia (1955 y 1960) y en la III Bienal Hispanoamericana de La Habana (1955). En la primera mitad de los cincuenta, se adentra en el arte no figurativo e investiga las cualidades de la materia hasta convertirla en la protagonista esencial de sus composiciones a partir de 1959. Se vincula así —al igual que otros pintores españoles como Antoni Tàpies, Lucio Muñoz, Manuel Millares...— al movimiento informalista de esos años.

Viaja por diversas partes del mundo y, en 1964, se traslada a vivir a Nueva York. El conocimiento directo del expresionismo abstracto americano, del arte pop, la nueva escultura y el arte cinético, le proporcionó una cultura visual fundamental para su trayectoria creativa posterior. En Nueva York, expuso individualmente en tres ocasiones —en 1966, 1967 y 1969— en la galería Catherine Viviano.

Una parte importante de su escultura  la constituyen los móviles, lo que él llamaba Juguete del viento. Son estructuras sólidas, pesadas, de hierro, compuestas de esferas, círculos, pirámides... Con el viento se vuelven etéreas, sin peso,  y establecen un complicado movimiento rotatorio opuesto. Sin duda había asociado su imagen con la de los molinos de viento, muy abundantes en Lanzarote en el pasado.





En 1966, regresa de manera definitiva a Lanzarote. En la isla, que iniciaba entonces su desarrollo turístico, promueve un modelo de intervención en el territorio en claves de sostenibilidad que procuraba salvaguardar el patrimonio natural y cultural insular; modelo que fue determinante en la declaración de Lanzarote como Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993.

Paralelamente al compromiso con el territorio insular, Manrique abrió su trabajo creativo hacia otras manifestaciones artísticas. Así, elaboró un nuevo ideario estético, al que denominó arte-naturaleza/naturaleza-arte, que pudo concretar en sus obras paisajísticas, un ejemplo singular de arte público en España: Jameos del Agua, su casa de Tahíche —hoy sede de la Fundación César Manrique—, Mirador del Río, Jardín de Cactus, etc.

Para César Manrique la naturaleza no fue sólo la referencia fundamental para su creación artística, sino también para su vida. No creó en la naturaleza, sino que creó con ella, y su relación con el entorno no fue simplemente estética sino de un verdadero y ejemplar compromiso con la defensa del medio ambiente. 


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